Dirán que soy exagerado o dramático. Pero hoy, ni mañana, celebraré nada en relación a las elecciones de los Estados Unidos.
Me da realmente igual quien gane porque la vida allí y en el mundo seguirá dando tumbos y nos seguiremos dando trancazos inesperados. La política juega con nuestras ilusiones y esperanzas y poco le importamos.
No celebro ni celebraré, porque para mí el gran PERDEDOR de todo este proceso es el PERIODISMO.
Nuestra profesión ha sido pisoteada y arrastrada por nuestros propios colegas y por los grandes medios de comunicación.
Se perdió la objetividad. Se tomó partido, se hizo activismo puro, duro y descarado, se cayeron las máscaras, se manipuló (aún hoy lo siguen haciendo)... Se perdió la credibilidad y la seriedad.
Es muy triste, al menos para mí, que se haya llegado a esto. Nuestra profesión está manchada y dudo mucho que retome su brillo.
Seguiremos teniendo medios y "periodistas" pero ya nadie sabrá en quien confiar y saber quien les está diciendo la verdad de los hechos.
Hoy vale más un vídeo grabado con el celular, en el mismo momento de los hechos, que un análisis o un reportaje narrado por un periodista colegiado.
Hoy queda demostrado que "periodista" puede ser cualquiera y que los medios publican lo que quieren, lo que les conviene y destruyen o glorifican a quien quieren.
El periodismo está herido de muerte y por los propios periodistas... Qué triste.
Alfredo Graffe.
Periodista... De la vieja guardia que aún cree en la objetividad y en la integridad.