Las últimas semanas de “cuarentena” en Venezuela han sido
de todo, menos eso. No soy quién para criticar a millones de personas, pero tras
todo lo que he visto en estos días me
pregunto: ¿qué entendemos por estar en cuarentena y en CUARENTENA RADICAL?
Confieso que estoy alarmado y que soy un bicho realmente
muy raro, porque yo sigo encerrado en mi casa, y las pocas veces que salgo,
cumplo con todos los protocolos y más.
Pero tras todo lo visto, ¿de qué
sirve cuidarme, si la mayoría está haciendo lo que le da la gana? ¿dónde está
el bien y la conciencia colectiva? ¿tan desesperados estamos por salir y
socializar que perdimos la coherencia, la conciencia y la sindéresis? ¿nos creemos inmunes realmente?
Todos hablan del “pánico” que sienten por lo
que está pasando y por la curva ascendente que estamos viviendo ya en el país…
Nooooooooo, ¿supiste lo del Cafetal? ¿qué te parece lo
del San Ignacio?... en el Plaza hay más de 12 contagiados, incluyendo al
gerente, cerraron el supermercado y ¡¡¡lo están desinfectando!!!... en
Maracaibo el hospital central está colapsado… el esposo de una amiga cercana
está hospitalizado y muy mal… ¡¡¡qué horror!!!
Sí, el virus está cada vez más cerca y se sigue
multiplicando. Pero mientras más se acerca, más seguimos comportándonos al
contrario de lo que debemos y haciendo todo lo que tenemos pendiente por hacer,
ya sea por necesidad o por qué no me queda otra, ¿cierto?
Estoy convencido que en Venezuela SOMOS
INMUNES al coronavirus. Si hemos soportado 20 años de tiranía y represión,
podemos soportar y salir airosos de esta pandemia.
El sábado pasado, la misma iglesia católica venezolana
demostró que es así. No sólo celebraron una misa transmitida por televisión
(las misas y las reuniones no están permitidas), sino que a la misma asistieron
más de 50 personas, sólo DOS estaban con tapabocas y todos, a menos de un
metro de distancia. Sólo en el altar mayor habían DIECISEIS obispos más el
cardenal y pegaítos.
Qué me perdone José Gregorio, pero lo que se vio en la
misa en su nombre y con unos cuantos MÉDICOS presentes, fue una verdadera
torpeza sin sentido. Todo muy bonito y emotivo, sí, pero al ver esto ¿que
entendieron millones de personas?: ¿para qué el tapabocas? Si los obispos no lo
usaron en la misa y no cumplieron con la distancia, ¿por qué yo sí?
Un amigo me dice “tengo que salir a la oficina porque no
tengo internet en casa”, otra “estoy haciendo una pila de tapabocas para la GRADUACION del
colegio tal”, “mi hija tiene una reunión con sus compañeros del colegio con
motivo al fin de año, pobrecitos, tienen tres meses encerrados”, otra “esta tarde voy a una misa especial en mi parroquia”.
Al lado de mi casa están construyendo una casa nueva. Hay
unos cuantos obreros, entran y salen
camiones y personas. En muchos edificios el personal de servicio asiste
como si nada, todos los días… eso, sí, les echan alcohol. En toda mi cuadra y vecindario,
se escuchan jardineros y obreros trabajando. En una ferretería cercana,
trabajan “a puerta cerrada” para que las autoridades no se den cuenta...
Un amigo, aterrorizado por lo cercano del virus, me dice “no
vale, yo ando con mi kit para arriba y para abajo y siempre con mi tapabocas”,
pero en su Instagram no para de publicar sus reuniones familiares y sociales
con más de diez personas… primero, la foto oficial de “todos con el tapabocas”
y luego, todos amuñuñaos, abrazados y sonreídos (sin el disfraz COVID, claro).
Hey, no se puede salir, el paso entre municipios está
cerrado: no tranquilo, ¡yo tengo salvoconducto!
Cuentos tengo para llenar un libro. Y después se
escandalizan cuando se riega el escandaloso chisme de que Maduro y su combo
estuvieron en un fiestón en Los Naranjos y que la policía no pudo hacer nada. O
se rasgan las vestiduras cuando ven los videos del rumbón en la Cota 905 o del
gentío bailando y cantando en las celebraciones de San Juan…
Al final, la gran mayoría tiene mil y una excusas y
justificativos para romper la cuarentena… pero eso sí “cuidándose” con su tapabocas,
guantes, gel, alcohol y sin tocarse…
Así estamos y así seguiremos… y después a llorar al
Valle, a implorar a José Gregorio por la salud de alguien cercano contagiado por
el virus, a enviar mensajes por whatsapp envueltos en llanto y pidiendo que
oren por su familia que está sufriendo por el COVID…
El virus ya es rutina y casi ni le paramos. El famoso "quédate en casa" ni se menciona, ya no nos
enviamos la pila de mensajes y videos de cómo cuidarse, las cifras de
contagios, la gente cantando en los balcones, los empalagosos y llorones con
musiquita melancólica, los chistes y memes del virus, los monólogos del andaluz
aquel que tuvo sus quince minutos de fama… en fin.
Yo no tengo hijos (muchos me dirán que justamente por eso
no los entiendo), pero de tenerlos, preferiría que no fuesen a su “fiesta o a
su graduación”, a tener que vivir la dolorosa experiencia de saber que están en
terapia intensiva por el virus y no poder siquiera irles a ver… o algo, mucho peor...
Todos estamos sufriendo la pandemia y nuestras vidas estarán marcadas por esto para bien o para mal… y pregunto:
¿qué parte no entendieron de que ESTAMOS EN CUARENTENA RADICAL?
Dios nos agarre confesaos, nos proteja y nos de cordura… pero dudo que lo entendamos.
Dando en el blanco !
ResponderBorrarMuchas gracias Oscar!!! saludos
BorrarDando en el blanco!
ResponderBorrarAsí mismo es. Y lo triste que no solo en Venezuela, en todo el mundo está pasando eso. Se que para el que vive en un apartamento será difícil no poder salir, pero más difícil debe ser no poder ir ni al velorio de un ser querido. También hay muchas personas que no tienen recursos internos. Yo no me aburro en mi casa. En fin, como tu bien dices, Dios nos agarre confesados
ResponderBorrarAsí es Rosa, así es. Cada quien tiene sus circunstancias y necesidades. Y eso se respeta, pero hay "necesidades" que en tiempos de pandemia realmente dejan de serlo, pero es lo que lleva a MILLONES a ser inconscientes y egoístas. Y tal cual, pasa en todo el mundo. Hoy me han escrito de muchos países para decirme "lo mismo pasa aquí". Saludos!
BorrarExcelente tu artículo. Aquí es igual o peor. Abrieron el estado y luego de dos semanas tenemos más de 5.000 nuevos contagios diariamente. Y lo peor es que ayer unos senadores en Florida reclamaron el uso del tapabocas obligarorio porque impide el libre tránsito de la gente. En fin...
BorrarAqui en Holanda es igual...
ResponderBorrarMuchas gracias... lamentablemente es un problema universal... innato del ser humano: somos egoístas e inconscientes :( Saludos!
BorrarTodavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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