Atendiendo a la gentil invitación de mi amiga y
colega Alida Rodríguez, tuve la gran dicha de participar en una prueba
realizada en el Instituto Culinario de Caracas (ICC) en Chuao. Velada de casi
cinco horas, muy amena, sabrosa y sobria, que nos paseó por los sabores de la
cocina tradicional caraqueña, en torno al menú “Amaranto” elaborado y
presentado por los amables, sonrientes y nerviosos alumnos del II Nivel del
instituto.
Con el bendito coronavirus como tema recurrente –que marcó
el saludo y la conversa de todos los convidados- los estudiantes nos recibieron
y atendieron digna y muy correctamente, para adentrarnos en este trabajo
colectivo, pleno de cuidados detalles, que disfrutamos teniendo como fondo la
música tradicional caraqueña.
El Amaranto, también conocido como Bledo, Yerba Caracas o
Pira, es una de las plantas con mayores beneficios nutricionales e incluso, industriales.
Los antiguos habitantes de Caracas lo utilizaban como alimento. A este súper
alimento oxigenante cerebral, cuyo valor nutritivo es equivalente al de la
espinaca, podemos verle en muchos rincones, al caminar por las calles de la
ciudad, creciendo obstinadamente sin que nadie la haya sembrado.
Por su rica historia y presencia en la cocina caraqueña,
los chicos del II Nivel del ICC, decidieron llamar su menú “Amaranto”, el cual
estuvo presente en algunos de los platos degustados, en las invitaciones
enviadas, el menú impreso, en una caja piramidal con un bombón de agradecimiento
por asistir y hasta en el color de las cintas que lucieron las chicas para atar
sus cabellos.
Un fresco y colorido Granizado de parchita nos dio la
bienvenida, con su característico acidito y a mi gusto, con una pequeña falta
de dulce, más granizado y menos trozos de hielo.
El menú comenzó con un Abrebocas, tradicional y fijo invitado
de las celebraciones venezolanas: Tequeños, con salsa de papelón y una
exquisita y celebrada confitura de naranja. Luego, las Entradas: un Mondongo de
res (tenía años que no lo probaba) cuyo sabor se resaltaba con limón y un picante
de ají criollo, seguido por una delicada y finamente presentada, Hallaca de
contundente guiso caraqueño, acompañada de un gentil Pan de jamón… en mi mesa se
comentó: qué rico es comerse una hallaca en marzo!!!
Con las explicaciones de rigor por parte de los alumnos,
llegaron los Principales: Lengua en salsa (de la que, confieso, no soy muy
amigo) con arroz de ají dulce y ensalada de rúgula con finos cortes de cebolla
y rábano, y toques de semillas de amaranto. Seguido por un muy criollo Asado
negro con Bombones de tajadas, rellenos de queso blanco, verdadera sorpresa y sensación
del plato.
Entre la buena charla y uno que otro tropiezo de los
chicos en su afán por servirnos y demostrar lo aprendido, sirvieron el
Antepostre: nada más memorable de los cumpleaños de nuestra infancia que un cremoso
Chantilly, dulce que causó sorpresa en mi mesa, cuando uno de los presentes
afirmó desconocerlo.
Enseguida, apareció una pareja luciendo dos buenas Tortas
de coco, que engalanaron la mesa central, mientras le tomábamos fotos y nos
explicaban su olvidada historia y qué íbamos a descubrir en ellas, incluyendo
unos pequeños bombones de coco, inspirados en los famosos “coquitos” de la dulcería
venezolana.
Tras el generoso trozo de torta, nos obsequiaron un rico café
merideño, cortesía de QUIERO1CAFE, acompañado por unas simpáticas Polvorosas en
forma de cucharitas.
Al concluir la prueba, los alumnos se retiraron, con cara
de susto y los comensales nos reunimos para evaluar lo presentado y disfrutado.
Tras una discusión, en la cual se expusieron varios puntos de vista, basados en
la experiencia vivida (no todos disfrutamos del mismo servicio de sala,
explicaciones de los platos e incluso, porciones, elementos y emplatados),
retornaron los alumnos para recibir nuestro agradecimiento, felicitaciones,
sugerencias, recomendaciones y, por supuesto, la nota de la prueba.
Ya relajados los chicos, complacidos y agradecidos los
invitados, nos despedimos, con pocos saludos de mano y más de antebrazos y
hasta caderas, agradeciendo el invitarnos a formar parte de esta experiencia
protagonizada por la deliciosa gastronomía caraqueña, que contó además con la
decoración de Paisajismo Ecotono, los bombones de cacao 70% rellenos de
parchita de Chocolates Amilcao y la colaboración de Brunuá.
Una muestra más de que en Venezuela hay mucha gente que
sigue haciendo bien las cosas y preparando a muchos jóvenes talentos para hacer
de este país una gran sociedad, próspera, creativa y feliz. BRAVO y mis felicitaciones
a todo el equipo del Instituto Culinario de Caracas… y a ti, Alida querida, mil
mil gracias!!!
Que delicia todo, tanto tu descripción de tan amena velada como los platos degustados que me pareció que estuve cocinando ahí. Buen estilo, fina manera de cocinar platos tan venezolanos de la cocina de hogar que me hizo recordar los domingos en familia. Felicitaciones al Instituto culinario de Caracas y sus alumnos por esa demostración de que en Venezuela si se puede llevar a cabo lo que nos proponemos y lograr nuestros sueños. Gracias amigo bello por mantenernos al tanto de todo lo que te hace vibrar haciendo vibrar a los que eestán a tu alrededor. Te quiero mucho!
ResponderBorrarWOW, pero yo me quedo corto ante tus más que bonitas palabras Bella. Y sí, estos platos nos recordaron a nuestra infancia ne familia... agradecido por tus palabras y contento porque te haya gustado!!!
BorrarQue delicia todo, tanto tu descripción de tan amena velada como los platos degustados que me pareció que estuve cocinando ahí. Buen estilo, fina manera de cocinar platos tan venezolanos de la cocina de hogar que me hizo recordar los domingos en familia. Felicitaciones al Instituto culinario de Caracas y sus alumnos por esa demostración de que en Venezuela si se puede llevar a cabo lo que nos proponemos y lograr nuestros sueños. Gracias amigo bello por mantenernos al tanto de todo lo que te hace vibrar haciendo vibrar a los que eestán a tu alrededor. Te quiero mucho!
ResponderBorrarQue delicia todo, tanto tu descripción de tan amena velada como los platos degustados que me pareció que estuve cocinando ahí. Buen estilo, fina manera de cocinar platos tan venezolanos de la cocina de hogar que me hizo recordar los domingos en familia. Felicitaciones al Instituto culinario de Caracas y sus alumnos por esa demostración de que en Venezuela si se puede llevar a cabo lo que nos proponemos y lograr nuestros sueños. Gracias amigo bello por mantenernos al tanto de todo lo que te hace vibrar haciendo vibrar a los que eestán a tu alrededor. Te quiero mucho!
ResponderBorrar¡Como me hubiese gustado poder degustar todos esos platos! Muy simpático y refrescante tu artículol Te feicito, ne encantó.
ResponderBorrarGracias Rosa... lo sé. Al menos nos queda la narración. En mi instagram o en Facebook puedes ver más fotos. Mil gracias, tú eres una autoridad en la materia!!!
BorrarComo siempre te digo, disfruto mucho leerte! Ya comencé a seguirte aquí, en tu Blog! Quedé encantada con la descripción de esos riquísimos platos! Y ahora aquí encerrada en casa, lo quiero comer todo! jeje Besos!
ResponderBorrarjajajaja... gracias por leerme, por seguirme y por disfrutar la narración Karem querida... pero cuidado con dedicarte a comer en estos días de recogimiento... Un beso!
Borrar¡Qué experiencia tan deliciosamente gratificante! Qué vivan los buenos modales, la cortesía, el valor de la historia y el esfuerzo del emprendimiento. Gracias por hacernos partícipe de tu momento.
ResponderBorrarY gracias a ti por tus palabras. Ciertamente, deliciosamente gratificante y que viva todo lo que resaltaste, en especial la cortesía y el valor histórico!
BorrarWow! Que maravilla de menú! Cuantos recuerdos de sabores que creí olvidados! Gracias Alfredo pir traer a mi memoria un trocito de ese pasado, cuando éramos felices y no lo sabíamos!. Felicidades a esos chicos talentosos, que harán una Venezuela mejor!. Un abrazo!
ResponderBorrarMontse querida... aunque es un poco nostálgico, qué rico recordar estos sabores, olores, texturas y mixturas... ha sido una gran suerte haber vivido esta experiencia. Y hey, no creas que estos platos están olvidados... todo lo contrario. Un beso grande!!
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